Y otra vez despierto sobre le mismo renglón
donde solo se escriben oraciones de sin valor
veo que el cielo está más cerca y no hay temor
y es cuando el grito del alma no encuentra razón
busquemos la manera de cambiar sin cambiar
seamos despiadados hagamos guerras de paz
mirémonos a los ojos y digamos la verdad
sino tarde o temprano el sol nos aplastará
ya no se cuanto decirte, ya no se cuando pedirte
no estoy cansado pero el tiempo se duerme en tus manos.
viernes, abril 21, 2006
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